Ya ni me acuerdo cuando paso la verdad, pero contaban los abuelos y las abuelas que un 5 de abril de 1994 nació en Getafe un segoviano a la edad de 0 años. Un niño al que decidieron llamar Víctor Manuel.
Con un nombre así sus familiares pensaron que saldría cantante o actor de series o telenovelas, pero finalmente resulto ser casi lo contrario… Nuestro amiguito era demasiado vergonzos para ese tipo de situaciones y este prefería embarcarse en su mundo paralelo, donde solo cabían sus manos manchadas de pintura y su imaginación.
Estas situaciones, a sus allegados no los terminaba de convencer y constantemente decían que dejara de dibujar, de perder el tiempo y se pusiera a estudiar. Nuestro protagonista cansado y frustrado de escuchar continuamente este tipo afirmaciones decidió dejar de dibujar (y creerme… no mejoro mucho en sus estudios). Hasta que aproximadamente a la edad de 13 años, un día mientras que este veía el telediario sentado en el sofá con su padre (algo que nuestro amigo detestaba ver en la televisión) presencio en el transcurso de el mismo como al presentador no le cerraron el micrófono y dijo una barbaridad en abierto en pleno directo.
En ese mismo momento nuestro personaje piensa «madre mía… no me gustaría estar en su lugar pero… ojala haber estado presente para ver la situación». Tras este inocente pensamiento en su subconsciente, se dio cuenta de que a el le gustaría ser cámara, estar siempre cerca de la noticia pero sin ser visible para los telespectadores. «Siempre detrás de la cámara».
Víctor una vez finalizado la ESO se decanto por realizar el bachillerato artístico en La casa de los Picos (Segovia). Esta decisión fue relativamente fácil de tomar puesto que por fin viviría en Navalmanzano, el pueblo donde vivían sus abuelos. Ese sitio donde cualquier niño que viva en la ciudad siempre sueña con hacer.
Todo comenzaba a coger forma (o eso es al menos lo que le pasaba por la cabeza a nuestro personaje). En La casa de los picos Víctor sabía que podría potenciar todas las capacidades creativas que tuvo anteriormente con asignaturas como artes aplicada a la pintura, dibujo artístico o volumen. Como también la oportunidad de empezar a involucrase en el sector audiovisual con asignaturas como audioviuales.
Estos dos años fueron para Víctor muy positivos y llevaderos aunque con algún altibajo de vez en cuando, ya fuera por la edad o por alguna circunstancia familiar. Una vez Víctor termino el bachillerato imagino que os preguntareis ¿Y ahora que?, ¿no?. Pues bien… habéis escuchado eso de «lucha por tus sueños», «persiguelo y lo conseguirás…» Víctor, nuestro principal y único personaje en esta historia. Se dio cuenta que la vida no es tan fácil como se puede ver en las películas o contar en los libros… Tras finalizar el bachillerato este quiso realizar el grado superior de imagen y sonido en Madrid, pero todo lo que se encontró era económicamente imposible, con lo que ese mismo año se lo paso trabajando en una fabrica de tortillas durante todo el verano de 2015 y posteriormente el resto del curso académico entrante trabajando como chapista y pintor en un taller de Segovia (quien le diría a este chico que de desear ser cámara pasaría a estar lijando vehículos…)
Hasta que un buen día encontró una oferta de una pequeña escuela privada videojuegos «TextAndLine» ubicada en Madrid, y uno de los cursos académicos que ofrecía era «Carrera Profesional Digital Media y 3D Artist» de casi 4 años de duración (Todo sonaba demasiado bien para ser cierto). Víctor no se lo tuvo que pensar mucho, el temario le garantizaba ver diseño gráfico, dibujo, 3D, animación, efectos especiales, edición y montaje de vídeo… y lo que más deseaba hasta ese momento, ¡cámara!.
Tras finalizar los estudios en TextAndLine en 2018, Víctor se volvió a dar de golpes contra la realidad. Salio de ahí conociendo de todo pero sin saber de nada, no estaba especializado en ninguna materia en concreto, a esto hay que sumar que la parte practica de cámara no fue lo que el se esperaba al principio, se volvió a encontrar con un vació muy grande pero esta vez con un objetivo distinto (y no me refiero al de ninguna cámara). ¿Recordáis lo que hemos hablado anteriormente de persigue tus sueño?, pues bien… Víctor se dio cuenta que los sueños no hay que perseguirlos, si no adaptarlos según te vaya guiando la vida y vayas evolucionando como persona. Víctor se olvido del mundo del cine y televisivo (al menos de momento) y se marco como objetivo llegar a ser director de arte algún día, pero no como sueño.
Sin experiencia profesional en ningún sector de la comunicación, su principal objetivo fue encontrar un puesto laboral por muy precario que este fuese, pero siempre y cuando estuviera enlazado a la industria comunicativa. Y no fue fácil, en este periodo nuestro protagonista empezó a trabajar de montador de vinilos en «Mister Koala» (una empresa de titulación) a la par que realizaba algún cartel para algún bar, o algún logotipo puntual mediante conocidos, todo esto casi regalado con el único fin de poder lograr los ingresos suficientes para mantenerse en Madrid. Esto fue así durante más de siete meses, siete meses de intensa búsqueda de empleo y realizando infinidad en entrevistas.
Hasta que Víctor logro comenzar como becario en «Sotec Consulting» (una consultora tecnológica en Madrid), tras Sotec Consulting Víctor trabajo en la «RFME» (Real Federación Motociclista Española) y después en «Rabuso» (gestión de asociaciones). En todas estas empresas nuestro chico trabajo de diseñador gráfico, pero su puesto mas bien fue el de diseñador creativo ya que por sus conocimientos en distintas materias como vídeo o 3D se lo permitian. Sus contratos en todas estas empresas fueron contratos de becario y donde las renovaciones que le ofrecieron fueron con la misma premisa, con la que difícilmente se podía seguir pagando mensualmente la habitación en su Madrid.
Para Víctor, estos fueron unos meses (por no decir años) muy complicados, hasta el punto que ya casi resignado tenia asumido que en un momento no muy lejano tendría que volver a Segovia, su tierra. Ya le daba igual lo de conseguir los sueños o no, de eso ya estaba desengañado, pero si mantenía un alto grado de frustración por no poder desarrollarse profesionalmente en algo en lo que había invertido tiempo, dinero y se considera más que cualificado.
Pero de repente, un 15 de octubre de 2019 a nuestro afable Víctor lo llaman desde «PACOMARTINEZ» (empresa de moda) para conocer su situación laboral y saber si estaría interesado en ir a trabajar como fotógrafo y diseñador gráfico a Valencia. Si amigos, como leen… A nuestro protagonista le dio un giro por completo a su situación, y aunque para el no fue fácil tomar la decisión de dejar a sus seres queridos, sus amigos y su vida actual en ese momento, decidió coger sus cosas y irse para Valencia donde actualmente se encuentra.
Quién diría a Víctor que terminaría trabajando como fotógrafo en una empresa de moda en Valencia, y todo por seguir adaptándose a lo que desea. No como su sueño sino como un futuro objetivo de poder lograr ser director de arte si las circunstancias se lo permiten.
Y quién sabe si de lograrlo algún día, nuestro amigo lo pudiera conseguir en su tierra, o en su Madrid, o en la ciudad que le empieza a dar su primera oportunidad… O a lo mejor una futura ciudad que le pueda enamorar.